Recurrir a los rellenos faciales es cada vez más común entre aquellas personas que quieren mejorar de alguna manera su aspecto físico, empezando por el rostro.
Uno de los factores que más influye en el momento de tomar la decisión de si recurrir a los rellenos faciales o no, es que es un tratamiento que no requiere ni operación quirúrgica ni anestesia, además de permitir una recuperación prácticamente inmediata a las personas que se sometan a este tratamiento.
Vamos a profundizar un poco más para conocer todos los detalles de los rellenos faciales.
¿En qué consisten los rellenos faciales?
Los rellenos faciales son ideales para corregir pequeñas imperfecciones en la cara. El procedimiento, además de ser muy rápido, no produce ningún dolor y es totalmente seguro.
La técnica consiste en inyectar ácido hialurónico en las zonas específicas que se quieren tratar. Al ser un material flexible, primero se realiza la inyección para después moldear la forma del material, adaptándolo lo máximo posible a la forma natural de la zona.
Rellenos faciales: aspectos a tener en cuenta antes de someterse al tratamiento
Como ocurre con cualquier tratamiento, con los rellenos faciales hay una serie de factores y contraindicaciones que deben tenerse en cuenta. De no hacerlo podríamos comprometer nuestro bien más preciado: la salud.
Para los rellenos faciales se utiliza ácido hialurónico, una sustancia que está presente de manera natural en nuestro organismo. Dicha sustancia es biodegradable y absorbida por el propio cuerpo, ya que la mayor parte de ella se concentra en nuestra propia piel. El implante es aceptado por nuestro cuerpo como si de nuestra propia piel se tratara, por lo que por norma general no existen complicaciones ni durante ni después de someterse al tratamiento.
Este tratamiento no tiene nada que ver con otros en los que se precisa una operación quirúrgica. No es necesario anestesiar la zona, por lo que no hay que pasar postoperatorio de ningún tipo y podremos volver a nuestras rutinas habituales en un espacio de tiempo mucho menor.
Las personas alérgicas al pollo o al huevo no pueden someterse a los rellenos faciales, ya que podría haber complicaciones o rechazo a la sustancia inyectada.
Este tratamiento tampoco se recomienda para aquellas mujeres que se encuentren embarazadas o en proceso de lactancia.
Efectos secundarios de los rellenos faciales
Los efectos secundarios de los rellenos faciales son inexistentes en la mayoría de los casos, aunque inmediatamente después del tratamiento sí que pueden aparecer hematomas o zonas ligeramente inflamadas que desaparecerán pocos días después.
¿Cuánto tiempo duran los rellenos faciales?
En el tiempo de duración de los rellenos faciales influyen diversos factores, como el tipo de piel o las condiciones ambientales a las que nos sometemos en nuestro día a día, aunque en promedio tiene una duración de cuatro a ocho meses.
En algunas ocasiones puede hacerse necesario volver a realizar el tratamiento con el objetivo de retocar algunas zonas que no han alcanzado todo el volumen que deseábamos.
Precio de los rellenos faciales
El precio de los rellenos faciales puede variar en función de la zona en la que requerimos el tratamiento, además de depender en gran medida de la clínica que elijamos.
En la actualidad, el tratamiento puede variar entre los 150 y los 500€, aunque hay muchas clínicas que ofrecen descuentos especiales a sus clientes sobre todo ahora que se va acercando el verano.
No cabe duda de que los rellenos faciales constituyen una técnica que puede poner solución a esas pequeñas imperfecciones que nos acompañan en nuestro día a día, sin importar el sexo o la edad, y mucho mejor, sin incomodidades después del tratamiento.