¿Qué mujer no se molesta con ese exceso de grasa que deja la piel con aspecto envejecido? ¿Y cuando esa grasa localizada ha decidido instalarse en el vientre?
Entre la gran cantidad de dispositivos que reducen y terminan con la flacidez, podemos encontrar a los que realizan radiofrecuencia tripolar, prometen resultados rápidos y duraderos sin dolor o sufrimiento alguno, consiguiendo en pocas sesiones resultados muy satisfactorios.
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¿Como funciona la radiofrecuencia tripolar?
La radiofrecuencia tripolar es un tratamiento indicado tanto para el rostro y el cuerpo. Consiste en usar un láser especial que aumenta la temperatura de la piel desde los 36ºC a los 42ºC, con lo que se llega a las capas de fibras de colágeno (comprueba aquí toda la información del colágeno hidrolizado) y músculos de la piel y quema la grasa localizada que tan poco nos gusta. El láser se aplica a un doble punta con un formato similar al de una pistola. En primer lugar, se utiliza la punta bipolar, que alcanza las capas más superficiales de la piel y, a continuación, la unipolar, de acción más profunda, que interviene para reducir la flacidez y la grasa localizada. La razón de que ocurra esto es, porque cuando se calienta la piel con el láser, se produce una aceleración del metabolismo de la grasa situada en la zona calentada y un aumento de la producción de colágeno, devolviendo la elasticidad de la piel y ayudando a la eliminación del exceso de grasa típica de las personas que tiene la flacidez de la piel. Aunque dicho aumento de temperatura no produce un dolor intenso, si se tiene que aplicar a zonas sensibles o en la cara, lo mejor es mantener la temperatura en 36ºC para evitar lesiones y quemaduras en el tejido interno de la piel.
Partes del cuerpo dónde se debe aplicar, así como la duración y precio por sesión
El tratamiento está indicado principalmente para tonificar la piel del rostro, del cuello y los brazos, desde la regeneración de las fibras de colágeno hasta reducir la celulitis y la grasa localizada en el abdomen, las nalgas, los muslos exteriores e interiores.
Después de algunas sesiones, que duran alrededor de una hora y cuestan entre 60-100 € dependiendo de la clínica en la que preguntemos, ya nos podemos dar cuenta de los cambios en nuestro cuerpo. Por otra parte, como el período de recuperación no requiere cuidados especiales antes de realizarse la siguiente sesión del tratamiento.
¿Cuántas sesiones puedo aplicarme?
Cómo es un tratamiento muy eficaz e intensivo, se recomienda que exista una diferencia de quince a veinte días entre sesiones para que no haya ninguna posibilidad de daño sobre la piel. Cuanta mayor sea la intensidad del tratamiento, más tiempo de reposo deben existir entre sesiones, por lo que no hay riesgos de quemaduras y lesiones sobre la piel, garantizando los resultados.
Por lo tanto no existe ninguna restricción en el número de sesiones más allá de esperar el tiempo necesario.
Contraindicaciones de la radiofrecuencia tripolar
No hay restricciones importantes con la radiofrecuencia tripolar, ya que igual que en cualquier otro tratamiento cosmético, no se recomienda a las mujeres embarazadas (porque al calentar el vientre, puede poner en peligro el feto), mujeres en periodo de lactancia y personas con cáncer de piel (pueden empeorar las lesiones que provoca el cáncer de piel) u otras enfermedades que intervenga el colágeno. También es recomendable que lo eviten aquellos que tienen una gran sensibilidad al calor.
En el caso de las personas con hipersensibilidad cutánea, lo mejor es que vayan a una clínica y probar una sesión para que se den cuenta de la temperatura a la que se somete la piel y comprobar si resiste o no el tratamiento.
Tratamiento alternativo más económico
Si necesitamos una alternativa barata y eficaz, para aquellos con un presupuesto más ajustado que no pueden permitirse el lujo de la radiofrecuencia tripolar, pero que quieren mantenerse en perfecto estado tanto la piel como el cuerpo el día de piel y el cuerpo, son los tratamientos térmicos con CO2, que producen efectos similares a la radiofrecuencia tripolar y cuestan la mitad del precio.
Este tipo de tratamiento se produce inyectando CO2 en el tejido previamente calentado, y tampoco produce ningún tipo de dolor.